RADIO, SUS ESCENARIOS Y SU LENGUAJE
RESUMEN
Este trabajo es realizado para dar
a conocer los diferentes escenarios en los que se podría situar una radio, el
trabajo que desempeña en estos y lo que llega a acontecer, también en este
trabajo se verá la manera que tiene de comunicarse y relacionarse de la radio
con el público objetivo que tiene. También se dará a conocer la diferente
utilización del lenguaje que lleva a cabo la radio para adentrarse más en la
sociedad en la que desea desarrollarse, compenetrarse en el lugar fijado y
hacer que el público la identifique de una buena manera.
ABSTRACT
This
work is carried out to make known the different scenarios in which a radio
could be located, the work it performs in these and what happens, also in this
work you will see the way you have to communicate and relate to the radio with
the target audience you have. The different use of the language carried out by
the radio will also be made known in order to enter more deeply into the
society in which it wishes to develop, to get involved in the place set and to
make the public identify it in a good way.
Palabras
Clave
Lenguaje
radiofónico, radiodifusión, sostenibilidad de medios
Keywords
Radio language, broadcasting,
media sustainability
INTRODUCCION
En la sociedad actual en la que vivimos, que es una
sociedad de constante transformación, la radio no se puede llegar a estancar.
Si bien ningún medio ha podido llegar a tener el alcance que la radio tiene, la
radio también ha tenido que realizar muchos cambios en cuanto a la forma de
comunicarse con sus oyentes, y de manera obvia, también ha tenido que cambiar
su método de sustento debido a la globalización que se presenta y a la sociedad
cambiante que antes se mencionó
En el medio actual, entonces, la radio ha tenido
que asumir cambios significativos, como la obligatoria creación de nuevos
formatos de distribución, segmentar la audiencia para así poder estudiar y
situarse de manera correcta el entorno en el que se desarrollara y causar buena
aceptación
En cuanto al lenguaje radiofónico, el lenguaje que
tiene la radio es resultado de distintos aprendizajes basados en la experiencia
que se ha logrado ver con el paso del tiempo, y claro que este lenguaje y forma
de comunicarse variará respecto a donde se localice
La radio es, sino, el medio de comunicación que más se
relaciona con su público y con la sociedad en la que se encuentra ubicada.
DESARROLLO DEL CONTENIDO
COMUNICACIÓN RADIOFONICA
La expresión radiofónica constituye un lenguaje porque
permite que un emisor, mediante un conjunto de principios constructivos sonoros
(palabra, música y efectos) y no-sonoros (silencio) -combinables entre sí y
aceptados y compartidos socialmente- transmita informaciones, ideas,
sentimientos y sensaciones (en forma de imágenes auditivas) a un receptor
(Pablo Ramos, El lenguaje radiofónico, p. 1)
La radio es el medio sonoro por excelencia. Es, siguiendo a
McLuhan, la extensión de la boca, de la laringe, los pulmones del hombre; pero,
más aún, es el altavoz del cerebro humano. ¡Qué mejor instrumento para el
habla!
A un medio oral como la radio le corresponden,
necesariamente, tareas ineludibles, como el resguardo, purificación, ampliación
y difusión de la lengua; por esto mismo es que cuenta con un lenguaje propio,
con muchos estilos y desarrollaremos esto como un tema del trabajo que se
presenta
El habla de la radio es lo único existente cuando se emite,
si es que hay un interlocutor que lo percibe, y conste que no se ha dicho un
receptor. Un receptor sólo recibe. Un interlocutor, además de escuchar, procesa
y resonantica; recrea y evoca; usa y hace “cosas” con las palabras.
Si es que hay alguien que lo percibe. Si es que hubo alguien
que logró convocarlo al diálogo creativo que puede establecerse a través del
aire entre personas que son sensibles y que son capaces de significar en común,
aun cuando no haya una respuesta inmediata, en presencia y a través del mismo
canal, como exigen los puristas para catalogar como comunicativo un proceso.
Precisamente ahí es donde está la clave de la comunicación radiofónica: en que
se puede dar, aunque los interlocutores no se vean; la mayoría de las veces ni
se conocen, pero se pueden entender y pueden crear sentido en común.
Sin embargo, la radio ha tenido que afrontar grandes
cambios, como que la lengua se modifica. Sí, eso nadie lo duda ni debe
evitarse. Es un ente vivo, cambiante, social y como tal se ve afectado por lo
que ocurre en la sociedad y su evolución. Constatamos que hay vocablos que
hemos dejado de escuchar y de usar porque el contexto y las circunstancias en
las que se daban no existen más o se han modificado, y esto ha sido algo que ha
marcado el mismo pasar del tiempo y la influencia que este tuvo en las
sociedades y la forma de expresarse que se tenia
Esas son modificaciones naturales que responden a los
cambios correspondientes en la vida cotidiana. Buena parte de las
transformaciones de la lengua provienen de los medios de comunicación que no
obedecen, obligatoriamente, al uso natural y social del mismo, sino a
imposiciones ajenas o, si bien nos va, a cierta economía de palabras, por
aquello de que el tiempo es oro
Algunas emisoras y personas del ámbito radial afirman que,
si se puede usar una palabra o una construcción sintáctica de otro idioma, se
hace, porque eso da la impresión de ser cosmopolita, culto, educado, y que
sobre todo ahorra tiempo, cuando la realidad es que utilizar ciertas palabras
no es más que pueblerino, payo y pretencioso
El habla de la radio no va sola, ni se atiene solamente a
sus posibilidades, cuenta con el recurso de la música y de todos los sonidos, y
en conjunto forman el lenguaje radiofónico. Armand Balsebre en su libro El
lenguaje radiofónico dice que éste «se constituye de los sistemas expresivos de
la palabra, la música y los efectos sonoros» (Balsebre, Armand. El lenguaje
radiofónico, Madrid, 1994, p.24) y define al sistema semántico radiofónico como
una «sucesión ordenada, continua y significativa de 'ruidos' elaborados por las
personas, los instrumentos musicales o la naturaleza, y clasificados según los
repertorios/códigos del lenguaje radiofónico». ( Balsebre, Armand. Ibídem,
p.20. )
Se dice de la radio que es imprecisa, que carece de la
fuerza de lo permanente, que tiene limitado su acceso sensorial, y precisamente,
por esas características, la radio es personal, cercana, propia. Por eso es
flexible; por eso puede despertar la imaginación y hacernos pasear por lugares
ignotos, transmitir sentimientos profundos, transitar por el tiempo. Ir y
venir, subir y bajar, abrir y cerrar.
Hacer radio es
establecer comunicación, crear sentido en común. Es considerar al receptor como
un interlocutor; porque la radio provoca en la audiencia una relación personal
gracias a la cualidad del sonido de ser introyectado; a la posibilidad de que,
quien escucha, recree el mensaje de acuerdo con su experiencia, sus vivencias,
su historia.
El locutor de radio o el hablante de radio es eficaz cuando
no le basta con decir algo, sino cuando al decirlo realiza una acción; entonces
son muy claras sus intenciones de comunicar, de comunicarse, de entrar en
relación con el oyente, con su interlocutor, a través de actos de habla en los
que se logra algo ( perlocución ); porque se convenció, se persuadió, no se
obligó. Porque es él o ella quien habla, quien dice y no otro.
El lenguaje radiofónico es por naturaleza un lenguaje oral.
Sin embargo, aunque parezca una perogrullada, hay que señalarlo y repetirlo
porque a los hablantes, a los emisores, a los locutores, se les olvida. El
lenguaje oral se caracteriza por su construcción simultánea con el pensamiento.
Se elabora en situación; es razonamiento que se va haciendo. Si bien su
finalidad es convencer, informar, interrogar, también es escuchar y dejarse
convencer, enterarse y responder.
El lenguaje radiofónico se estructura sobre la base del
lenguaje coloquial, familiar, cercano, y por esa razón se introyecta en la mente
y el alma del oyente. La radio es un medio que nos convoca, nos llama y, aunque
lo hace personalmente, en forma íntima, somos muchos, una comunidad social la
convocada por el mensaje. Gracias a ese carácter personal y social al mismo
tiempo, el lenguaje radiofónico, compuesto por los elementos sonoros
necesarios, es capaz de suscitar, por la fuerza de las palabras, su capacidad
de recoger lo que tiene significado común y la experiencia propia de los
interlocutores, la presencia de hechos, sentimientos, sucesos pasados; evocar
lo que tiene sentido.
El lenguaje radiofónico —palabra, música y sonidos— puede
crear ambientes, escenarios, decorados, vestuarios, climas, sentimientos,
ilusiones, alegrías, miedos, siempre y cuando esté bien estructurado, adecuadamente
utilizado, oportunamente emitido.
En la radio el lenguaje debe ser muy «visual», puesto que se
tratará de suplir a la vista. Ese ciego involuntario en el que se convierte el
oyente de la radio requiere tener a disposición la información y las referencias
que le permitan percibir en plenitud. Por suerte para lo antes mencionado, se
cuenta con que el lenguaje oral radiofónico, es un lenguaje seductor, que
cautivo a los oyentes, quitándole cierta linealidad a lo que se comunica,
jugando con la estructura del mensaje para asi poder hhacerlo mas llamativo
El discurso radiofónico tiene unas características
especiales, fruto de las peculiaridades narrativas que exige el soporte y de la
naturaleza de los elementos con los que se trabaja.
Gracias al discurso que presnta la radio empapa a sus
oyentes de alegrías y de tristezas, de sonrisas y de lágrimas, de ilusiones y
de desengaños, de optimismo y de pesimismo, y, porqué no, de todo aquello que
pase por su imaginación cada vez que escuchan una voz, una música o un
silencio. Esta magia de la radio obedece a la especificidad de su lenguaje,
pero también a las especiales relaciones que los oyentes entablan con unos
sonidos que, a menudo, evocan amistad, confianza, familiaridad,
confidencialidad
Es evidente que sin la existencia de un lenguaje y sin la
existencia de un código o conjunto de normas y reglas que den sentido a ese
lenguaje, difícilmente podríamos hablar de comunicación, de la misma manera que
tampoco sería posible entablarla si no se dispone de un canal que la haga
viable, si no se da una situación que la propicie -por mucho que deseemos
conversar con alguien, raramente lo podremos hacer si no tenemos interlocutor-,
o si no hay mensaje alguno que transmitir. En la radio, al igual que en los
otros medios, convergen todas y cada una de las condiciones necesarias para
hacer de la comunicación una realidad, ya que, entre otras cosas, tiene un
lenguaje y un código específicos de los que se sirven sus profesionales para
construir toda esa amalgama de mensajes/sonido que llegan a nuestros oídos a
través de los aparatos receptores.
Se presenta a cuatro como los elementos del lenguaje y comunicación
radiofónico, que vendrían a ser a voz (o el lenguaje de los humanos), la música
(o el lenguaje de las sensaciones), los efectos sonoros (o el lenguaje de las
cosas) y el silencio son los cuatro componentes del lenguaje radiofónico, un
auténtico sistema de signos que el profesor Armand Balsebre define como el
“conjunto de formas sonoras y no-sonoras representadas por los sistemas
expresivos de la palabra, la música, los efectos sonoros y el silencio, cuya
significación viene determinada por el conjunto de los recursos
técnico-expresivos de la reproducción sonora y el conjunto de los factores que
caracterizan el proceso de percepción sonora e imaginativo-visual de los
radioyentes”
De los cuatro componentes del lenguaje radiofónico, es la
palabra la que, sin duda, domina en el proceso creativo, hasta el punto de que
muchos autores han llegado a calificarla como la “columna vertebral” del
lenguaje radiofónico.
El conocimiento del lenguaje radiofónico en su conjunto
habilitará al emisor para la construcción de productos radiofónicos más
creativos en los que cada sistema ocupe el lugar que le corresponda aportando
la riqueza de matices que se desprenden de su capacidad expresiva.
·
Rapidez, inmediatez, simultaneidad:
El proceso de emisión
y recepción se dan en forma simultánea. El mensaje llega de inmediato a su
destinatario. Este factor es utilizado por la radio como una ventaja en la
competencia con otros medios de información. La radio permite, a bajo costo y
con mayor rapidez transmitir noticias, informaciones y crónicas, en forma
inmediata y, muchas veces, simultánea hechos y sucesos reales.
·
Fugacidad
Cada mensaje radiofónico es efímero, único e irrepetible en
iguales circunstancias. El oyente no puede volver atrás para escuchar un
mensaje, como si puede releer un texto impreso. El mensaje sonoro tiene sólo la
duración de la realidad acústica. Lo que se dijo ya está dicho, ya pasó; si no
fue captado y entendido, es posible que el oyente se desconecte porque no puede
seguir el resto de la exposición.
·
Proximidad, connivencia, empatía:
La presencia del
cuerpo a través de la voz del locutor le imprime a la comunicación radiofónica
un componente afectivo en la relación emisor/receptor. Además, existen menos
obstáculos físicos para recibir la una programación, y la radio tiene la
capacidad de trasladarse junto al receptor, es decir, de acompañarlo en su
cotidianeidad, desde que se despierta, en el auto, en el trabajo, en la calle y
de vuelta en su casa. La radio es un medio caliente que requiere la
participación del receptor para crear a partir de su memoria e imaginación las
imágenes con los signos acústicos que el medio le envía. Si a todo esto le
agregamos factores psicológicos que hablan del poder de sugestión y persuasión
que tienen los mensajes sonoros, podemos decir que la radio es el medio más
cercano a la comunicación interpersonal, ya que establece una cercanía, una
fuerte identificación, un vínculo emotivo, entre los interlocutores
.LA PERSONALIDAD Y ESCENARIOS DE UNA RADIO
Hacer radio es
definir y producir cotidiana y sistemáticamente la programación que le da vida
a una emisora y que, por tanto, alimenta un tipo de relación de comunicación
con una audiencia determinada. En palabras de López Vigil significa, también,
responder a las preguntas "¿Para qué y para quienes pensamos la programación?
(Â…) Se trata de determinar el eje central en torno al cual se diseña el
conjunto de la programación. (...) Y para quiénes se diseña. Porque la
audiencia no es un todo homogéneo. No hay un público, sino muchos
públicos" (LÓPEZ, 1997: 498).
De la capacidad y talento para producir programación depende
en gran medida la posibilidad de comercialización de una emisora, así como la
capacidad para poner en marcha planes y programas de ventas, bien dirigidos,
para alcanzar el éxito económico y
social previsto. Son, pues, dos cosas distintas, pero no
distantes. Pero falta agregar a ellos, un elemento más que sirve como generador
de información y permite la toma de decisiones adecuadas: la investigación.
Esta es el instrumento que tiene la función de permear ambas actividades, es
decir, la evaluación de la cantidad y calidad de los radioescuchas y de la
productividad del medio" (FIGUEROA, 1997: 386)
a toma de decisiones en el diseño de la programación, en un
primer momento, y en la política de producción (que llenará y vestirá dicha
programación), en un segundo momento, debe estar preñada de datos, análisis,
información con respecto a las distintas realidades sobre las que trabaja la
radio: usos, hábitos, preferencias y demandas de distintos públicos consumidores
de radio, ofertas de programaciones de emisoras más escuchadas y/o preferidas,
mapa de otros medios y de actividades culturales de la región, estudios de
imagen, factibilidad de mercados, rutinas productivas y modelos gerenciales.
"Una evaluación constante es de importancia con base en datos obtenidos de
estudios realizados por la propia emisora. No es conveniente tomar decisiones
drásticas basadas en simples sugerencias o en opiniones personales nacidas sólo
de la buena fe" (FIGUEROA, 1997: 388). Los aspectos que tocan las
investigaciones de hábitos, gustos y preferencias, tienden a variar de un caso
a otro, pero en términos generales comprenden: número de horas al día en que se
escucha la radio; horarios específicos en que se escucha la radio; lugares
donde se escucha la radio; actividades que se realizan mientras se escucha la
radio; hábitos específicos de la audiencia en los diferentes días de la semana;
tipos de programación que gustan más; perfil de programas, música y artistas
preferidos. La investigación de audiencia genera información sobre los perfiles
del auditorio y sus características. Este tipo de investigación sirve para
medir cuantitativa y cualitativamente los distintos niveles del universo, entre
los que figuran hogares con radio, automóviles con radio, establecimientos con
radio, etc. (FIGUEROA, 1997: 419-420)
ESCENARIO RADIOFONICO
Ante los nuevos
escenarios comunicacionales que se viven y los que se avecinan, característicos
de las sociedades de la información, que van marcando la tendencia general, las
radios populares y educativas han tenido que enrumbar sus programaciones y
proyectos de comunicación para permanecer dentro del espectro radioeléctrico,
sin perder sus grados de incidencia en los sectores excluidos, los cuales
constituyen su opción fundamental.
La radio, como cualquier otro medio de comunicación, ofrece
diferentes tipos de contenidos cuya ideación y organización en el conjunto de
la programación puede atender a formas de comunicación diferentes, no sólo la
informativa. La actuación radiofónica de la emisora se concreta en una
definición de radio y un modelo de programación determinado. La definición de
radio es un concepto más amplio que el de modelo de programación, por lo que un
mismo tipo de radio puede desarrollar dos modelos de programación distintos,
caso de la radio informativa o la musical. Las radios derivan de los
diferentes tipos de comunicación que puede ofrecer el medio radiofónico,
entendiendo la comunicación en el sentido propuesto como un concepto
comunicacional "la comunicación es el conducto, contexto directo, contagio
o encuentro creativo que une distancias, presencias, estados de ánimo o
disposiciones intersugerentes y creativas, sin el fin informativo, aunque puede
ser el vehículo de la información".
Programar es una técnica, pero al mismo tiempo, también es
un arte: la técnica y el arte de idear, realizar y presentar unos contenidos
que brinden un servicio al tipo de audiencia al que se dirige la emisora acorde
con los principios editoriales de la empresa, los recursos humanos y técnico de
los que se dispone y los parámetros reales del mercado en el que se emite.
Además de la relación comunicativa que una emisora entabla con su programación
también es el modo y la forma de idear y organizar el tiempo radiofónico de
acuerdo a una actuación concreta. Martí Martí resume que, para algunos el
modelo de programación formaliza los objetivos básicos de una programación de
acuerdo con los objetivos institucionales fijados por la emisora o cadena; para
otros, se trata simplemente de una manera de modelar los contenidos y los
géneros en la parrilla, algo así como un arquetipo de diseño de la parrilla o
reloj de programación. En este último sentido el modelo programático constituye
el arquetipo del diseño de programación de una emisora.
Pese a todas las particularidades que puede presentar cualquier emisora de radio, su programación es sin lugar a dudas, su tarjeta de presentación, su señal de identidad y, en definitiva, su principal razón de ser. Por eso, se examinará los diferentes modelos de programación que imperan en nuestro panorama radiodifusor, a más de ello también observaremos su estructura y la oferta en cada uno de ellos.
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