LA RADIO Y SU LENGUAJE
La radio y su lenguaje
“Lo esencial es invisible ante los ojos” le dijo el zorro al
principito, y en esto se basa la radio, la radio es ciega, la radio es un ente
que netamente evoca su transmisión en el trabajo y desarrollo de la
imaginación. Como nos indica López Vigil, antes la naturaleza era sorda, el Big
Bang no produjo el menor de los ruidos, ya que no había quien lo oyese; ya son
los mismos seres vivos que por supervivencia desarrollaron los órganos
auditivos y es ahí cuando los estruendos y vibraciones de la misma naturaleza
ya empiezan a ser conocidos como el sonido.
Definimos al oído como el sentido de la intimidad, mucho más
que el tacto y la vista, ya que el cerebro transforma los sonidos en
sentimientos e imaginación, siendo estos los objetivos más importantes de la
radio, así como la participación ciudadana y la enseñanza; definimos también al oído como el sentido de la
intimidad ya que es el que más permite que alguien se adentre en la cabeza de
otro, puedes mirar y sentir muchas cosas y aun así distraerte, pero si de
verdad oyes algo te cautiva y te invita a la imaginación, las personas le
llegan a tomar más cercanía a alguien que le habla por unos auriculares que a
quienes les rodean físicamente, he ahí el trabajo de los locutores en hacer
sentir la cercanía, afecto y calor a sus oyentes. . El caso es establecer esa
corriente afectiva del emisor hacia el receptor y viceversa.
Mencionada ya la participación de los locutores y
radialistas, mencionaremos también la gran importancia que ellos tienen, de
enseñar, cautivar e invitar a la imaginación y participación de los oyentes.
¿Cómo lograr eso? Pues siempre teniendo en cuenta que "La verdadera comunicación no comienza hablando, sino
escuchando. La principal condición de un buen comunicador es saber
escuchar”(Vigil, 2005, p.35). Con esto se quiere decir que el
radialista debería tener la empatía necesaria y darse cuenta de lo que el
oyente necesita oír, estar frente a un micrófono no da la potestad de imponer
ideas ni abusar de la libertad de expresión llegando a vociferar una enorme
cantidad de sandeces.
Aparte de lo ya mencionado, el locutor nunca debe olvidar la
cercanía que debe generar con el oyente, esto también es referido a el tipo del
lenguaje que se utilizará, no se trata de buscar las palabras más refinadas ni
demostrar el vasto conocimiento de léxico que alguien puede poseer, ya que eso
puede llegar a confundir al oyente, se trata de buscar y utilizar las palabras
correctas para que así todos los posibles oyentes puedan entender el mensaje
que se busca transmitir
Ya mencionado el
lenguaje coloquial que se debe utilizar en la radio para el entendimiento de
los oyentes también debemos tener en cuenta la tonalidad en la que se debe
habla, básicamente con las tonalidades de la voz es con la que se puede definir
la temperatura de la comunicación (Marcus Aurelio de Carvalho)
Y el lenguaje expresado no solo se debe quedar en lo
coloquial sino también en lo afectivo, diferenciando lo afectivo de lo amoroso,
por afectivo se quiere decir a que llegue a generar emociones, que llegue a
conmover, sabiendo que en radio lo afectivo es efectivo (Jesús Martin Barbero: Hay en el elitismo una secreta
tendencia a identificar lo bueno con lo serio y lo literariamente valioso con
lo emocionalmente frío. Obra citada, pág. 152.)
y que el calor y sentimiento de compañía e intimidad, lo da el oído.
La emoción que tiene más demanda y debería estar en todos
los programas es la alegría, ya que quien enciende la radio es para alegrarse y
distraerse, no para aburrirse. La alegría de la gente debe ser un objetivo
primordial de la radio, claro que, acompañada del objetivo educativo, pero la
educación no debe ser aburrida por obligación, con alegría las personas llegan
a prestar más atención. La risa es tan antigua como la humanidad y se hace muy
tonto que muchas veces se prohíba, que se vea como una falta de respeto o
ausencia de autoridad, siendo esta la emoción que debe resaltar
Lo asombroso de la radio es lo que genera en los sentidos,
ya que estimula a fondo, en este caso el oído. El oído también ve. O mejor
expresado, el oído hace ver al ojo interior, a ése que llamamos imaginación.
Los ojos de la cara pueden estar cerrados. El tercero, el de la mente, sigue
bien abierto y espera que los demás sentidos lo estimulen. El oído llega a
transmitir imágenes al cerebro, pasando a transformarse en imágenes auditivas, que no son muy difíciles de lograr, lo esencial
para llegar a formar imágenes auditivas en los oyentes es el uso de palabras
concretas y llamativas, en este caso se trata de “sensualizar” las palabras, de
modo que se vean más atractivas al oído. Hablar por radio es despertar nuevas
ideas, estimular la criticidad, sentar juicios y sacudir prejuicios. El oído
desarrolla el pensamiento propio.
En otro tema, tenemos el lenguaje radiofónico, y para
hablar de lenguaje radiofónico tenemos que saber ¿Qué es comunicar?, La raíz
latina indica unión, comunión, tener en común. El verbo, entonces, compromete a
establecer un vínculo, a compartir algo.
Lo que se comparte es el mensaje.
Un mensaje que pasa de “e” a “r”, de alguien que lo emite a alguien que lo recibe. Para que el mensaje llegue de manera correcta tenemos que
codificar nuestras ideas y deseos para poder comunicarlos. Es decir,
necesitamos convertirlos en signos materiales, se necesita establecer un código
común entre emisor y receptor para asegurar la transmisión del mensaje.
En el caso de nosotros, las personas, utilizamos las
palabras, más específicamente a los idiomas como código, teniéndolos como sistemas
de signos convencionales que materializa nuestros pensamientos y emociones, que
traduce las ideas elaboradas en el cerebro, a través de las cuerdas vocales, en
señales audibles para que otro ser vivo pueda recibirlas y decodificarlas.
Sin embargo, el ser humano no solo utiliza las palabras con
sus distintos idiomas como único código, sino que emplea distintas formas, como
señas, expresiones, gestos, que tienen un alcance más directo y expresivo con
quienes nos comunicamos
Y en el caso del receptor invertimos el proceso, hay que
decodificar las ideas, descifrar los signos captados por el grupo de sentidos
con los que se cuenta
La comunicación, como todo proceso, tiene dificultades, en
este caso lo que dificulta el proceso comunicativo es el ruido, podemos definir
ruido como todo aquello que interrumpe o altera la correcta comprensión del
mensaje. Estas interrupciones pueden partir desde una falla en las cuerdas
vocales del emisor, hasta un ruido externo.
Otro factor y objetivo que se tiene muy en cuenta en la
radio es la democracia de la palabra, la libre expresión y propagación de
ideas, hacerle notar al público que tienen importancia y que tienen los
derechos que todos poseemos por igual; devolverle al público esa participación
activa en la cual se pueda analizar la problemática social en la que viven en
sus distintas zonas y puedan generar el interés que tanto buscan para que
tengan el sentido de igualdad en una sociedad democrática
Para realizar radio también tenemos que tener muy en cuenta
hacia quienes nos dirigimos, ya que en la actualidad existen variados estilos
de hacer radio que se dirigen hacia diferentes sectores de la sociedad,
sectores que han sido estudiados para así poder ubicar sus necesidades, gustos
y la manera en la que los pertenecientes pueden aportar, oír y participar con
la programación que se busca realizar.
La tendencia a la especialización en cuanto a quienes se van
a dirigir, ya sea en radio o en otros medios de comunicación mayormente son
argumentados con la variación de gustos en cuanto a los sectores de la
sociedad. “Si su emisora satisface las expectativas de los oyentes, estos se
sentirán recompensados al escucharla y se reforzarán comportamientos como los
de sintonizar la emisora con mayor frecuencia y durante tiempos más largos. Con
la programación especializada, la radio se ha convertido en un medio asociado a
estilos de vida. Los oyentes escogen sus emisoras favoritas al menos en parte,
porque los refleja en sus gustos, valores e identidades. Son un espejo cultural
para ellos, una referencia por medio de la cual se pueden definir y con la cual
pueden mantenerse en contacto con los elementos de su cultura”. (Norberg, 1996:
6).
El análisis de audiencia es muy profundo, no es solo
sectorizar por quienes te pueden oír y ya, no es solo quienes pueden participar
o llegarse a comunicar contigo ya que ellos no serían audiencia, es más, los
estudios de audiencia prefieren ignorar los métodos informales empleados por
los oyentes y las emisoras de escasos recursos para comunicarse: las llamadas,
las cartas, los correos electrónicos no son considerados representativos de la
audiencia y por eso, tomarlos como referencia puede ser peligroso y hasta
contraproducente.
Sin embargo, la radio, así como otros medios de comunicación,
están pasando por un alejamiento de los medios, y esto deja un desconcierto en
cuanto a miras a futuro de lo que pasaría con estos medios, ya sea por el mismo
alejamiento de los oyentes, por la tenencia de los medios de comunicación (ya
sean financieros, de estado o de poder) o por las mismas ideas que puede llegar
a transmitir el medio de comunicación. Algo que también influye mucho en esto
es la nueva búsqueda de medios de información por parte de la sociedad.
La propuesta radial actualmente ya está planificándose
ciudadanamente, está “saliendo” del claustro de sus cabinas para fortalecer el
contacto con sus audiencias (Jara. 2006)
Los medios tradicionales se están alejando del medio, lo que
no quiere decir necesariamente que los ciudadanos anden siempre bien. Se
requiere una buena planificación a futuro.


Dorian,
ResponderEliminarBuen ensayo, aunque por momentos orientas tu análisis hacia una recomendación, que finalmente no sustentas con argumentos propios.